Corría el año 1966 y con tan solo catorce años Kelo comenzaba a trabajar junto a Don Aristóbulo Garrido en la parrilla “El Faro de Jesús María”.
Don Aristóbulo era un hombre tan trabajador como su porte de serio y estructurado, pero eso no impidió que Kelo iniciara con él sus primeros y tan enriquecedores pasos en la gastronomía. Allí aprendió la responsabilidad y la excelencia de la atención al cliente, entregando su carisma a cada cliente que hoy al verlo aun lo recuerda.
Del Faro de Jesús María aun menciona Kelo haberse llevado su mejor herencia: el mejor asado, en la mejor parrilla.
Pasaron muchos años y comenzó aquella etapa donde uno debe poner a prueba todo lo aprendido. Junto al Señor Bustos, dueño del frigorífico Bustos y Beltrán, a Kelo se le ofrece hacer realidad su sueño y ser propietario de una parrilla. Así, el 8 de Julio de 1982, en Jesús María, sobre Ruta 9 Norte, Barrio Guiñazu se abre “El Fogón de los Arrieros”.
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Característico del sabor de sus brazas, de su tabla con un cuadril jugoso, costeleta, matambrito de cerdo, trios de costillas, matambre vacuno, achuras y su inconfundible porción de cabrito, acompañado por las más frescas ensaladas y las tradicionales papas con huevo.
Cada uno de sus sabores atraían a personas reconocidas como Palito Ortega, Los Fronterizos o nuestros tan queridos Cantores del Alba, entre otros.
Cada etapa que se cierra da inicio a un nuevo crecimiento, y hoy aquel Kelo de catorce años, ya más adentrado en edad continúa con su fervor por las brazas en el prestigioso Dinosaurio Mall, con el agradecimiento incondicional a Tati Bugliotti, quien ha decidido confiar en los valores y crecimiento de esta empresa.
El Fogón de los Arrieros hoy es reconocido por su excelencia en el servicio y la calidad de su producto, aquellos innegociables valores de Kelo, del que son testigo el maridaje de sus catorce cortes y el buen vino. |